Imagen / Web Cochabamba 2018
Por Keith Richle M.
El 8 de junio se dieron por terminados los Juegos
Suramericanos Cochabamba 2018 en nuestro vecino país de Bolivia. Juegos donde
nuestro país terminó ubicado en la séptima posición del medallero general,
mostrando una mejoría comparado a participaciones anteriores. Participaron
atletas de 14 países y compitieron en 48 disciplinas deportivas, pero yo quería
hacer una breve apreciación de lo que fue nuestra participación en la
disciplina de fútbol sala.
Para esta ocasión fueron 5 las delegaciones participantes,
con países muy importantes como Colombia, Paraguay, Panamá, la anfitriona
Bolivia y el vigente campeón del mundo Argentina. Si bien es cierto que en
nuestro país, año a año la competición en esta disciplina es mayor, y la legión
de adeptos y seguidores va en aumento, aún nos falta mucho camino por recorrer.
El encargado para designar a nuestros seleccionados fue el prestigioso
entrenador español, José María “Chema” Jiménez, quien trato de elegir a lo
mejorcito de nuestro futsal nacional. Destacaban los nombres de Aldair
Mallaupoma, “El flaco” Xavier Tavera, Ángel Angulo, Luis “Stoichkov” Ramos,
entre otros. Muchachos que si bien es cierto, ya son conocidos nuestros, pero
todos jugadores de nuestro torneo local.
El primer choque que tuvieron que afrontar los nuestros, fue
verdaderamente una prueba de fuego. Era nada más y nada menos que la actual
campeona del mundo Argentina, equipo al que solo le basto el primer tiempo del
encuentro, para mostrar su superioridad anotándonos 3 goles. Era un resultado
que de alguna manera u otra “era predecible”. Ya en nuestro segundo choque
pudimos levantar cabeza y ganar a la selección anfitriona, Bolivia. Selección a
la cual solo le pudimos ganar con un gol, pero al fin y al cabo fue suficiente
para conseguir nuestra primera victoria en el torneo. Este triunfo también
sirvió psicológicamente para que en nuestro tercer partido ganáramos por un
contundente 4 – 2 a la selección de Panamá. Al ser este un torneo corto, lo
ideal para nosotros, hubiera sido enfrentarnos a una selección de un nivel algo
parecido al nuestro. Lamentablemente nos enfrentamos a la fuertísima selección
de Colombia, que nos apabulló con un contundente 4 – 1.
Cabe resaltar acá en este punto, que los colombianos no por
nada salieron llevándose al término del torneo las medallas de oro. Los
cafetaleros nos llevan una gran ventaja en lo que es este deporte, con
jugadores que juegan en ligas europeas, o el mismísimo nivel de su liga nacional.
Solo observando los resultados de sus encuentros uno se puede dar cuenta que la
única derrota que tuvo, fue ante la selección Argentina, el resto fueron
prácticamente goleadas, resultados que luego le servirían para llevarse el oro
por diferencia de goles ante los albicelestes.
Volviendo a nuestra selección, en su última fecha le toco
enfrentar a una selección paraguaya, que dentro del papel era accesible. Pero
la derrota que sufrimos de manera abultada ante Colombia, parece que no pudo
ser superada tan rápidamente, peor aún si teníamos la presión de que la única
manera de poder entrar al podio, era ganando si o sí, agregando el pequeño detalle de anotarle la mayor
cantidad de goles posibles. Algo que nunca sucedió, porque el jugador peruano
aún no está fortalecido mentalmente para asumir estos retos. Perdimos por 1 –
0, dejando lejana la posibilidad de poder obtener al menos la medalla de bronce
y llevarla a nuestro país.
Es cierto que vivimos tiempos de mundial y que todo esto, se
debió en buena parte al buen trabajo que viene realizando la Federación Peruana
de Fútbol. Organización que preside el Sr. Edwin Oviedo, muy bien asesorado por
personas capaces y preparadas en lo que
se refiere al fútbol. Solo esperemos ahora, aprovechando y colgándose un poco
del éxito conseguido, se pueda tomar las cartas en el asunto y seguir ese
ejemplo para plasmarlo en la organización del futsal nacional. Tratando de
atraer la inversión de la empresa privada, que estos a su vez quieran invertir
en los equipos que disputan el torneo. No ahuyentarlos, como sucedió con los
derechos de transmisión que estaban prácticamente cerrado con una señal de
cable, pero que inexplicablemente se vio truncado.
Personalmente creo que eso fue un autogol tremendo, porque
como repetíamos líneas aparte, el principal sustento de los equipos, son las
empresas privadas. Pero creen que ellos ¿querrán invertir en un campeonato que
no es televisado?, donde no expondrán sus marcas, reduciéndose a un espacio más
corto, como lo son los pocos asistentes que pueden ingresar al Coliseo de la
Videna. Sinceramente, ojala pongan las barbas en remojo y pronto podamos ver
este gran deporte en las pantallas de televisión, para que así la empresa
privada quiera invertir, y lo más importante aún, que este deporte sea
difundido a lo largo del país, incentivando así su práctica.
Es así como se desarrolló en las grandes ligas que hoy
existen en el mundo, como la Liga Española, o sin irnos tan lejos podemos tomar
por ejemplo Brasil, cuna de grandes jugadores como Falcao (considerado el rey
de este deporte) o la misma Liga Colombiana, que como resultado logro obtener
este año el oro de los Juegos Paramericanos 2018.
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